domingo, 23 de marzo de 2014

LXXVIII



Te busqué en el primer fuego
que sobre la tierra crepitó.
Te busqué en el agua
que la primera sed sació.
Te busqué en el fruto
que con el hambre acabó.
Te busqué en la hierba
que el sueño aplacó.
Te busqué en el primer beso
que los sentidos turbó.
Te busqué en la primera caricia
que el cuerpo estremeció.


Te busqué en el rey Sol,
en el poderoso mar,
en el caprichoso río,
en la pureza de la lluvia,
en la inquietante niebla,
en la hechizada luna,
en la sombra de la noche,
en la temida tormenta,
en la llamada del lobo,
en la melodía de las sirenas.
en el dulce amanecer,
en la pureza de las flores,
en el alma de los árboles.


Amarga búsqueda que no cesa,
desesperado encuentro
que no llega.
¿Dónde está el amor
que creí ver en tus ojos?
Espejismo salvaje,
realidad confusa.
Sé que existes.
Lo he sentido.
¿Dónde estás?
Sigo buscando...
Sigo...


Santi Malasombra

domingo, 9 de marzo de 2014

LXVII

Se te olvida que tengo memoria.
Recuerdo tu pelo de trigo
dibujando en mi pecho
imposibles filigranas.
Recuerdo tus ojos de ceniza
buscando los míos
y huyendo al encontrarlos.
Recuerdo tus fríos besos,
tus caricias de hielo,
tus palabras vacías,
tus gestos fingidos.
¿Por qué no me lo dijiste?
¿Por qué salió de tu boca
un falso te quiero?
Recuerdo el adiós
que llegó tarde.
Estaba enamorado
y tú no.
Ni siquiera fingiste
tristeza
cuando te dejé.
Pasaron los años
y quisiste volver.
No lo permití.
Se te olvida que tengo memoria.
¡Maldita memoria!


Santi Malasombra

domingo, 2 de marzo de 2014

LXVI

Escucha al viento
que en la noche grita.
Son los gemidos
de los que no tienen voz.
Desesperadas voces
de los que mueren de amor.
Dulce brisa que se torna
en tormentoso llanto.
Viento que un tango
baila con las ramas
del triste árbol
que no es regado
por tu pasión.
Cruel saeta vestida
de furiosa ráfaga
que ahoga mi canto.
Como el mar
ahoga la melodía
de las bellas sirenas.
Ruge, viento.
Aúlla como el lobo
que a la luna habla.
Ruge, viento.
Escribe para ella
el soneto
que yo no pude.
Cuéntale mi muerte
y mi vida.
Sé mi trovador,
poderoso viento.
No pares nunca
de contarle
que caminas para ella.
Mujer de grises ojos,
escucha al viento
que te hablará de mí.
Escucha al viento.
Escúchalo...
Soy yo.


Santi Malasombra