miércoles, 19 de diciembre de 2012

L

Ayer soñé
que no necesitaba soñarte.
Estabas aquí.
A mi lado.
Mirándome.
Sonriendo.
Respirando.
Desperté
y fui feliz
en la frontera
entre la realidad
y el sueño.
Pero no estás.
Hace mucho
que no estás.
No está
tu mirada dulce,
tu sonrisa leve,
tu aliento...
tu beso
en mi mejilla.
No estás, madre,
pero estás.

Santi Malasombra

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