domingo, 16 de septiembre de 2012

XXXV

Entre las pesadillas que invaden mi sueño
escucho la voz que me libera.
El aullido que calma mi espíritu,
el grito que otorga paz a mi alma.
La loba que, con su voz,
despierta mis sentidos.
Sentidos que vagaban entre tinieblas.
Luz que ilumina mi vida,
no te apagues,
no desfallezcas.
Un solo resquicio de tu luz
da más vida que mil soles.
Un sólo susurro tuyo
alimenta mi cuerpo.
Susurros, gritos o aullidos.
Todo me completa.
Te escucho...

Santi Malasombra

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