XVII

Hipnotizado por tus femeninas curvas
que se adaptan a mis labios.
Fresca rubia que enloquece
y subyuga mis sentidos.
Te ofreces humilde y solicita
a todo el que se acerca,
despertando mis celos
de sediento enamorado.
Te acabas y te marchas
pero vuelves enseguida
dispuesta para el placer
de poseerte sin tregua.
Sólo he de llamarte
susurrando tu nombre:
-Camarero, ¡otra cerveza!

Santi Malasombra